Si os gusta el ajo seguro que este plato de pollo al ajillo os va a encantar. La verdad es que cualquier carne o pescado combina genial con el «ajillo», pero el pollo al ser una carne blanca combina de una forma única dando muchísimo sabor a este plato.
Preparación del pollo al ajillo
La preparación del pollo al ajillo es muy sencilla, sobre todo si compramos en la tienda la esencia de ajo y perejil de la marca que más te guste. Esto dará al plato un sabor parecido al de un guiso cocido durante mucho más tiempo pero cocinado en sólo unos minutos gracias a estas esencias que puedes encontrar en cualquier tienda de alimentos o grandes superficies.
Lo primero que tenemos que hacer es trocear el pollo, intenta que sean lo más igualados posibles para que todos se hagan por igual. Por una sartén o cazuela en el fuego y pon aceite para freír el pollo. Cuando el pollo esté bien dorado añade el ajo partido en laminas y déjalo en el fuego al mínimo durante unos quince minutos.
Mueve la sartén o cazuela cada poco tiempo y añade ahora las esencias de ajo y perejil que comentábamos antes. Una alternativa es añadir algo más de aceite, perejil picado y un poco más de ajo y dejar cocinar un poco más de tiempo. Cuando veas que el pollo está listo y ha cogido todo el aroma del ajo y el perejil puedes retirar del fuego y servir de forma individual o en una fuente.
Ingredientes del pollo al ajillo
- Un pollo partido en trozos
- Ajos
- Aceite de oliva
- perejil
- Esencia de ajo y perejil