Tengo unos pinchos de pollo que te van a encantar! No son los tradicionales pinchos con pechuga de pollo y vegetales, se trata de una variante divertida y muy sabrosa!
Lo que te quiero enseñar es ésta receta de pinchos de albóndigas de pollo con calabacin y tocino, una receta espléndida para un fin de semana en el que quieras consentirte con algo delicioso.
Acompáñame a descubrir todos los truquitos de éstos deliciosos pinchos de albóndigas de pollo, te aseguro que no te vas a arrepentir de probarlos!
Ingredientes para hacer pinchos de albóndigas de pollo
- Carne de pollo picada 500 g
- Huevo 1
- Perejil picado 1 cucharada
- Ajo 3 dientes
- Pan rallado un pocillo
- Calabacín verde 1 grande
- Tocino 20 fetas
- Sal y pimienta en cantidad necesaria
- Aceite de oliva 3 cucharadas
Como hacer pinchos con albóndigas de pollo
Preparar esta receta es muy sencillo, ya que sólo debemos preparar las albóndigas de pollo, el resto de los ingredientes del pincho no requieren de preparación previa.
Por ello vamos a comenzar con las albóndigas. Para hacerlas comenzaremos colocando la carne de pollo picada en un recipiente amplio en el cual también vamos a colocar el perejil picado, el pan rallado, el huevo ligeramente batido, los ajos picados bien pequeños y una pizca de sal y pimienta.
Mezclar muy bien todos los ingredientes hasta lograr una masa homogénea.
Dejar descansar en la heladera durante 30 minutos.
Cortar rodajas de calabacín de aproximadamente 1 cm de espesor y reservar.
Retirar la masa de las albóndigas de la heladera y con las manos levemente aceitadas formar albóndigas de tres a cuatro centímetros de diámetro (mientras más pequeñas más fáciles serán de cocinar).
Comenzar a armar los pinchos intercalando tocino doblado, calabacín y albóndigas de pollo, repetir hasta completar cada uno de los pinchos.
Pincelar los pinchos con una pizca de aceite de oliva, y condimentar con sal y pimienta ligeramente.
Cocinar los pinchos por todos sus lados sobre una parrilla a las brasas o dentro del horno, te recomiendo que los vayas girando durante la cocción para lograr que se hagan de manera pareja.
Cuando los veas dorados y crujientes estarán listos para comer. Recuerda no cocinarlos a fuego demasiado intenso para que las albóndigas se cocinen perfectamente hasta su interior.
Este delicioso plato puedes acompañarlo con una guarnición de papas fritas, un puré de papas, una ensalada mixta o unos vegetales salteados, aunque solos con un poco de pan casero también van muy bien.